"..."Escucha", dijo el Demonio, imponiendo la mano sobre mi cabeza. "La tierra de que te hablo es una región sombría en Libia, a orillas del río Zaire. Y no hay tranquilidad allí, ni silencio.
Las aguas del río son de un tono azafranado y enfermizo, y no fluyen hacia el
, sino que palpitan eternamente bajo el ojo bermejo del sol, con agitación tumultuosa y convulsa..." (Fragmento de "Silencio (una fábula)" ).